lunes, 18 de septiembre de 2006

7. Tecnopop vs. Rock

Mi primera compra de tecnopop fue “Fade to grey” de Visage. Qué grande sigue siendo esa canción. Recuerdo que Jorge y yo nos comprábamos los singles a pares, y acordábamos primero cuál comprarnos para no repetirnos. Aquel día él se compró “All those years ago” de George Harrison, que también nos gustaba mucho. Al llegar a casa, mi hermana Verónica que por supuesto no sabía quienes eran Visage, felicitó a Jorge por su buena compra. La portada de Visage era un dibujo a aerógrafo en grises degradados, como metálicos, con una pareja bailando, vestidos de nuevos románticos de peinados perfectos y pieles pálidas. La de Harrison, cuyo careto a mi hermana le sonaba algo, mostraba al autor de “My Sweet Lord”, con toda su melena y toda su barba de hippie aburguesado. A Jorge y a mí, no nos importaba esa combinación.
Como una invasión. los sintetizadores desembarcaron en la radio, en la televisión, y nuestros tocadiscos. Aparecen los primeros videoclips que son emitidos con cuentagotas, y todos nos volvemos locos con “Vienna” de Utravox, que en su momento fue considerado el mejor video clip, con “New Life” de Depeche Mode, con “Enola Gay” de la OMD y con “Tainted Love” de Soft Cell. Y con los Buggles, Visage, John Foxx, Human League, Heaven 17, DAF, y todo lo que sonara sintético o sus músicos vistieran entre galácticos y barrocos.

"Vienna" Ultravox. Videoclip. 1980.

Estilísticamente fue un tiempo muy difícil, porque yo no estaba dispuesto a perderme nada y el heavy español empezaba a dar sus frutos por todo lo alto. Era un sinvivir, pero es que Barón Rojo, Obús y Leño me encantaban. Coz, Apache, Mamá, eran grupos de rock con bastante éxito. Y no digamos Miguel Ríos que había sacado “Extraños en el escaparate”, y fue mi disco de cabecera desde el primer momento. Fue también por entonces cuando fui a mi primer concierto de rock, si descontamos las fiestas repletas de estrellones de moda, que organizaba El Corte Inglés anualmente en la Plaza de Toros y en play-back. No recuerdo qué dije en casa para poder ir, solo sé que yo tenía trece años y estaba solo en la misma Plaza de Toros viendo un concierto de Rock Mediterráneo, que es como les dio por llamarle. Aprovechando el tirón del Rock Andaluz, y a falta de sus mentores Triana, alguien organizó un festival en Valencia con el resto de estrellas del género, Alameda y Medina Azahara, y las eternas promesas locales Julio Bustamante, Remigi Palmero y Tico Balanzá, que entonces aun no se llamaban In Fraganti. Fue fantástico. Yo había comprado “Cambrers” de Bustamante y “Humitat relativa” de Remigi Palmero, en la Plaza Redonda. Sonaban mucho en Radio Popular y Radio Cadena Española. Y Alameda me caían fatal porque me parecían malos imitadores de Triana, pero Medina Azahara eran brutales. Así que sí: yo fui fan de Medina Azahara. Pero se me pasó enseguida, que conste.


"L'Olor a garrofa" Remigi Palmero (1978) / "Cambrers" J. Bustamante (1981)



Igual que el heavy, el tecnopop pronto tuvo su variante española. Azul y Negro cantaban “No controlo nada”, Casal su “Champú de huevo”, Glamour ponían música a sus “Imágenes”, y un trío madrileño de niños bien llamado Mecano decían aquello de “Hoy no me puedo levantar”. Azul y Negro tenían más pose, eran como más británicos, y sus singles eran pasto de sintonías de Vuelta Ciclista. Fueron los primeros en grabar en digital, que por entonces las palabras “digital” y “diseño”, no podían faltar en el vocabulario de un moderno orgulloso de serlo. De la misma factoría surgió Tino Casal, mi favorito con mucho, aunque ya me ocuparé de él más adelante. Glamour eran la apuesta local, eran fantásticos y tenían mucha imagen, pero Mecano... Mecano era la hostia... cada tres meses lanzaron un single: “Hoy no me puedo levantar”, “Perdido en mi habitación”, que se convirtió en mi himno particular, y “Me colé en una fiesta”, que tenía una letra horrorosa que a mí me encantaba y sonaba de la leche...

Mecano "Perdido en mi habitación". Aplauso TVE. 1982.

Pedro, el mariquita gordo y grandón que tenía un hermano mayor moderno con discos de Kraftwerk, también era muy fan de Mecano. Ocurrió de estaban promocionando el lanzamiento de su primer Lp, e hicieron parada en Galerías Preciados una tarde de colegio a una hora superpronto. Pedro y yo no acudimos ese día al colegio, no cogimos el autobús y nos fuimos todo el día por ahí, esperando a las seis de la tarde y a Mecano. No recuerdo bien qué hicimos toda la jornada, solo recuerdo algo de cola, unos cuantos empujones y conseguir que los hermanos Cano y Ana Torroja, me firmaran en un papelito arrugado que llevaba en la mano. Tenía un autógrafo de Mecano que yo mismo había conseguido. Esto era lo máximo... muchos años después se lo regalé a una buena amiga.

Solo tres veces en mi vida he pedido un autógrafo. La siguiente fue ese mismo año en la fiesta del Partido Comunista del País Valencià. Mis hermanas se habían ido haciendo progres y acudían mucho a eventos festivopolíticos. Yo siempre iba con ellas a estos saraos.
Las fiestas del PC eran estupendas. No solo traían actuaciones musicales buenísimas (Ana y Víctor, Aute, Silvio, Sabina, Ovidi...), sino que plantaban un auténtico muestrario de delegaciones de diferentes lugares que montaban su bar, su restaurante, su tasca, con sus vinos y sus comidas típicas. En una fiesta del PC, estabas toda la tarde bebiendo auténtica sidra asturiana bien escanciada, comiendo ensaimadas mallorquinas, tomando ribeiro con morcilla de Burgos. Recuerdo ver a Joaquín Sabina entre el público de Ovidi Montllor. Ovidi era lo más grande en escena. Tenía una presencia afrancesada, una voz hipnótica y a Toti Soler a la guitarra. Joaquín Sabina era un cantautor canalla que empezaba a darse a conocer por un programa de televisión de García Tola, y actuaba también aquella noche. Le recuerdo con un peinado a lo Camilo Sesto y un pantalón de cuero marrón, ajustado malamente, y firmándome en una cajita de cerillas del PC mallorquín, que era lo único que tenía a mano cuando me decidí a acercarme a él y pedirle un autógrafo. Debió sacar cuentas rápidamente y suponer la cantidad de pasta que me iba a gastar en sus conciertos y sus discos en años siguientes, porque me atendió amablemente. Me encantaba una canción suya que se llamaba “Círculos viciosos”.
Aquel año actuaron Obús en la fiesta del PC. Qué tremendos eran los Obús oye, que llevaban dos enormes cabezas con los ojos iluminados en rojo, rollo Satán con cuernos de cabra y todo, y vomitando humo y eso. Qué buena y que graciosa la escenografía del heavy mainstream.

"Va a estallar el obús" Obús. Aplauso. TVE. 1982.

Por entonces eran habituales los conciertos de primeras figuras en los mítines políticos de izquierda. Así era fácil ver a Gato Pérez, Sabina, o Ana Belén y Víctor Manuel, hasta que dejaron el partido, actuando para el PCE. Miguel Ríos, la Orquesta Mondragón, Aute, eran habituales en las fiestas del PSOE. Los eventos nacionalistas contaban con Lluís Llach, Mª del Mar Bonet o la Companya Eléctrica Dharma. Estaban bien esas fiestas: veías buenos conciertos y eran gratuitas.

No era fácil compaginar Mecano con Lluís Llach. Desde luego Mecano me producía mayor furor e histerismo. Porque es que yo era muy histérico con todo. La revista El Gran Musical cambió su formato, ahora tenía un tamaño normal, y era en color. La mitad de sus páginas eran anuncios publicitarios de los últimos lanzamientos discográficos. Cómo sería yo de histérico, que recortaba cuidadosamente todos aquellos anuncios y decoraba las paredes de mi habitación con ellos. De arriba a bajo, y sin dejar espacio libre en la pared, combinaba pequeños anuncios de Azul y Negro o Mecano, de Jeannette o Miguel Bosé, de Supertramp o Pink Floyd, de Pino D’Angio o Stevie Wonder... incluso de Camilo, de Rocío Jurado, de los Pecos, de Jose Luís Rodríguez “El Puma” o de un niño mejicano que cantaba, que me caía fatal, que se llamaba Luís Miguel. No importaba de quien fueran las imágenes, ni siquiera si me gustaban o no aquellas canciones. Importaba que eran de actualidad, que eran novedades. Que eran éxitos.


6 comentarios:

epo dijo...

Uf, qué recuerdos! Yo también tuve una temporada el corazón partío entre el jevi, los rockeros y lo "auténtico" por una parte, y el tecnopop, los nuevos románticos y lo "sofisticado" por la otra. Mi primer concierto fue Barón Rojo, presentando "Volumen brutal" en la Bony de Torrente. Me impresionó lo buenas personas que eran los jevis, que había por allí un punki borracho que se caía y los jevis le ayudaban a levantarse. Ah, por cierto, el primer elepé de Obús lo produjo Casal, casi casi lo más parecido que ha habido a un genio en el panorama pop español. Y mi primer autógrafo fue algunos años antes. No recuerdo si fue uno de Kempes, en unos grandes almacenes, o de Raimon, en un aplec de El Puig.

Acid Queen dijo...

Uysss, yo también vi a Barón Rojo, pero algo después, presentando "Al Rojo Vivo" y con una telonera muy curiosa que luego fue muy famosa... jijjijjijijji... ya lo contaré, ya...

Y de Casal también hablaremos, también...

Acid Queen dijo...

¿Dónde va la gente? Al Bony de Torrente... jajjajajja... decían los anuncios de la radio.

Anónimo dijo...

Mi primer autógrafo fue el de Mario Alberto Kempes en el aeropuerto (antes de que existiera la terminal actual!). Tendría yo siete años o así. Lo tuve colgado muchos años en la pared de mi cuarto, hasta que mi madre lo tiró por estar hecho polvo...

Jordi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jordi dijo...

Hola, felicidades por tu blog. Me gusta esta entrada que has escrito. Que grandes aquellos años y que grande aquel Tecno-pop y los New Romantics y toda esa movida...
Fueron unos años de una gran explosión creativa en todos los sentidos y en todos los géneros musicales.