domingo, 7 de septiembre de 2008

Historias del Disco Sound (I)

Que la música es vehículo para el baile desde el inicio de los tiempos, es algo obvio. Y que la evolución de la música popular del siglo XX nos trajo géneros como el soul o el funk, empeñados en hacernos bailar desenfrenadamente, también. Pero es precisamente a mediados de los setenta, cuando la música de baile cobra entidad propia. Ritmos automáticos, cargados de bombo, que se clasifican por el número de beats por minuto, creados expresamente para ser pinchados en las discotecas. Temas largos, con desarrollos sofisticados, que serán publicados en un nuevo soporte llamado maxisingle, donde diez minutos de surco, esparcido por toda una cara de un vinilo de 12 pulgadas, proporcionaba una calidad sonora y una pegada, que aun hoy no ha sido superada.
Muchos fueron los creadores de aquel fantástico sonido. Músicos, productores, vocalistas y disc-jockeys, desde USA y Europa, inundaron las pistas de todo el mundo con sus canciones, y el pop más exitoso supo beber de aquellos ritmos para crear hits radiofónicos que hoy pertenecen a la memoria de todos.
Posiblemente la historia no ha sido justa con el Disco Sound, como no lo será con la electrónica de hoy. Por alguna razón los géneros de baile siempre serán considerados como músicas superficiales y frívolas.
Algunos pensamos que lejos de ser un género hortera y pasajero, el Disco Sound es la madre de todas las pistas de baile, y sus creadores, los reyes de todos los bailes modernos. Por eso no puedo evitar, dedicar un rinconcito (habrá más, seguro), a tres de mis personajes favoritos: Alec R. Costandinos, Cerrone y Giorgio Moroder.

Alec R. Costandinos, músico nacido egipcio con ascendencia griega, ejerció en la década de los setenta como productor y creador de sonidos, primero tras los griegos Aphrodite’s Child y la exitosa carrera en solitario de su cantante Demis Roussos, y después como eje central del sonido disco europeo.

Costandinos es el corresponsable de esa gran obra seminal que el baterista francés Cerrone publicó en 1976, llamada “Love in C minor”. De este disco, y de Kongas, su anterior proyecto en común, surgirá el sonido que revolucionaría las pistas de baile europeas en los próximos años: una irresistible combinación de ritmo funk de lenta cadencia, con exquisitas melodías orquestadas espectacularmente y explícitamente sexuales. Con el permiso de Giorgio Moroder, y bajo la opinión del que suscribe, lo mejor que se ha creado jamás para bailar. Espectaculares arreglos de cuerda para grandes orquestas, con percusiones y líneas de bajo totalmente orgánicas (copiadas posteriormente hasta el agotamiento), y donde las máquinas son usadas como un instrumento melódico más. Todo ello como muy barroco y muy mariquita, entre coros sexuales de ardiente candidez y pasión por el baile mayúsculo.

A partir de entonces, Costandinos se reconvertirá en una estupenda banda virtual llamada Love & Kisses entre 1977 y 1979, que debutará en la exitosa banda sonora de “Thank God It’s Friday”(1977), y paralelamente dirigirá la Synchophonic Orchestra en “Romeo & Juliette”(1977), obra sinfónica a ritmo disco inspirada en el clásico de Shakespeare, que supone otra obra capital y posiblemente, el techo creativo de su autor. Otras obras destacables fueron la banda sonora de “Trocadero Blue Citron”, con la estupenda “Grooves”, y el proyecto Sumeria, con “Golden Years”, y un tímido proto techno para pistas de baile. A partir de aquí su producción es irregular: una sinfonía menor basada en la historia de El Jorobado de Notre Dame; “Featuring Alirol & Jacquet”(1979) como la Synchophonic Orchestra, con un espectacular tema central, “Sinergy”, basado en el verano de “Las Cuatro estaciones” de Vivaldi, o “Paris Connection”(1979), con su versión disco del “Eloise” de Barry Ryan. Lo cierto es que sus grabaciones fueron perdiendo interés cuanto más fueron evolucionando las músicas de baile. Algo que quedó patente con la producción de “Love Explossion”(1979), un intento fallido de recuperar para el mundo una entonces olvidada Tina Turner.

El percusionista francés Jean-Marc Cerrone, trabajó codo a codo con Costandinos en el proyecto de Kongas, pero fue “Love in C minor”, la obra con la que alcanzaron la cumbre creativa como pareja artística. El tema principal consistía en dieciséis minutos de cálido sonido disco, una línea de bajo infalible, una exquisita orquestación y ardientes coros femeninos. Fue todo un número uno que la juventud europea y norteamericana disfrutó en las discotecas más modernas del momento. Una versión del “Black is black” de Los Bravos, y la estupenda “Midnite Lady”, completaban el álbum. Tras “Love in C minor”, y ya “divorciado” de Costandinos, Cerrone publicará con éxito “Cerrone’s Paradise”(1977) con la producción de Don Ray, y su mayor éxito, “Supernature”(1977), que incluyó "Give me love", y cuyo tema principal abarrotó las pistas de baile a golpe de beat y arreglos sintéticos de indudable influencia posterior. En 1978, Cerrone produjo el primer disco de Don Ray, “Garden of love”. La carrera de Cerrone se extiende hasta los noventa, aunque con menor inspiración y escaso éxito.


"Give me love". Cerrone. TV. 1977


Tanto Costandinos como Cerrone introdujeron elementos electrónicos hasta adentrarse en sonoridades donde los sintetizadores y programaciones cobran protagonismo. Aunque la gran apuesta de sonidos sintéticos que revolucionaría la música disco definitivamente vendría por supuesto, desde la Alemania de Kraftwerk, y de la mano de Giorgio Moroder.

Moroder fue un músico italiano que desarrolló su actividad desde Munich, Alemania. Tras varios lanzamientos a lo largo de los primeros 70, será con su trabajo con Pete Bellote para una joven cantante llamada Donna Summer, cuando sentará las bases de un nuevo sonido que marcará definitivamente el presente y el futuro de la música de baile. En 1975 triunfa en todo el mundo “Love to love you baby”, un tema sinuoso, con una Donna Summer realmente sexual en un crescendo que culmina en una explosión de percusiones y bajos sintetizados de auténtico vértigo. Posiblemente una de las bases más copiadas, fusiladas y robadas de la historia de la música popular.
En 1977 sorprendieron de nuevo con “I feel love”, un extraño tema donde la voz parece flotar sobre un irresistible bajo sintetizado. Zumbido implacable que se convertirá definitivamente en marca de la casa. Los trabajos de Moroder y Bellote para Donna Summer se prolongarán con gran éxito hasta los primeros ochenta. Siendo innumerables los éxitos imperecederos que juntos consiguieron.
Moroder publicará ese mismo año “From here to eternity”, un fantástico álbum creado exclusivamente con instrumentos electrónicos. Un festival de armonías sintetizadas, pionero indiscutible de sonidos futuros.
En 1978 recibe un Oscar de la academia por la banda sonora de “Midnight Express”, y consigue gran popularidad con su tema principal, “Chase”. En los 80, Moroder será el responsable de otras bandas sonoras como “Cat People”, “American Gigolo”, la exitosa “Flashdance”, o la versión restaurada de “Metrópolis”, el innovador clásico de Friz Lang, trabajos compaginados con su labor de productor mainstream.


Giorgio Moroder. TV. 1977


Costandinos, Cerrone y Moroder son el trío de reyes que desde Europa impulsó el mejor sonido disco de los setenta. Sus trabajos perduran en el tiempo como cumbre de la música creada para ser bailada en las pistas de las discotecas, y por supuesto son origen y en ocasiones motor del resurgir de las músicas de baile y la electrónica más afortunada de los últimos tiempos. No fueron los únicos, pero para mí sí fueron, son, los mejores.


"Romeo and Juliet (Parts I & II)" Alec R. Costandinos & The Synchophonic Orchestra(1977) / "Synergy" Alec R. Costandinos & The Synchophonic Orchestra (1979)


"Love in C Minor" (versión íntegra) Cerrone (1976) / "Supernature" Cerrone (1977)



"Love to love you baby" Donna Summer (1975) / "I feel love" Donna Summer (1977)



"From Here To Eternity" Giorgio Moroder (1977) / "Chase" Giorgio Moroder (1978)






2 comentarios:

Balsanja dijo...

Excelente artículo, tanto por la defensa del Disco Sound, la elección del trío de protagonistas con el que coincido totalmente y la estupenda relación de trabajos suyos!

Hace poco he empezado un blog, a partir del Fotolog que me cerraron desde donde te había escrito alguna vez, dedicado a este Disco Sound que como dices no ha sido siempre bien entendido, una sorpresa encontrarme con este artículo con el que estoy tan de acuerdo!

Saludos!

Anónimo dijo...

Muy buena data sobre estos tres genios de la música disco.
Fui y soy seguidor de Cerrone desde que descubrí allá por 1980 el disco "Cerrone's paradise" (1977) e inmediatamente adquirí su discografía hasta "You are the one" y el maxi "Club underworld", a excepción de Cerrone "V" y "VI" que no se editaron en Argentina no se por qué razón.
Pero volví a disfrutar de Cerrone ya que me hice traer de Europa "Hysteria" (2003), un disco verdaderamente excelente, donde también tengo en DVD el concierto de ese disco que es formidable.
Giorgio Moroder también fue uno de mis favoritos y solo tengo "Knights in white satin", "From here to eternity", "Giorgio & Chris", "E=m.c2", "Midnight express" y "American gigolo", más estupendos trabajos con Donna Summer, Munich Machine y Roberta Kelly.
De Alec C. Costandinos solo conozco su trabajo con Cerrone y Kongas, más el disco "Americana" (1984), con aire latino.
Gracias por la info y saludos.
SERGIO desde La Plata, Argentina