miércoles, 4 de octubre de 2006

9. El pinchadiscos residente

Nosotros siempre fuimos una familia muy fallera. Mis hermanas y yo somos falleros desde bien pequeños, algo que no siempre es fácil de explicar en según qué círculos. Yo por entonces era un niño más bien tímido, más conocido por ser el hermanito de Verónica, que por mí mismo. Pero ahora ya tenía una cierta edad, y podía empezar a hacer cosas. Al fin y al cabo la falla era una peña de amigos, con local propio y con ganas de pasarlo bien. Gracias a la falla puedo decir que debuté como pinchadiscos con catorce años. DJ residente, que se dice ahora. Las cuatro noches de la semana de Fallas, y las fiestas esporádicas que se hacían a lo largo del año, desplegaba mi discoteca en una esquinita de la barra del bar. Ni siquiera tenía mesa de mezclas. Por entonces trabajaba con un plato, un Dual del 74 que todavía conservo en funcionamiento, y un reproductor diabólico de cassette que se lo tragaba todo y muchas veces no te lo devolvía. Un amigo fabricó un amplificador en una caja metálica de galletas, que servía para conectar un micrófono y poder presentar los eventos que hacíamos.

Nunca me he sentido más libre pinchando canciones. Si bien es cierto que el público era conocido y familiar, no dejaban de ser adultos, y yo por muy pitagorín musical que ya empezaba a parecer, no dejaba de ser un niño. Éramos libres y no teníamos prejuicios. Así que al único disco que había en la falla, una copia del “Disco Samba” de Two Man Sound, sin portada y muy maltratada por el tiempo y el café licor, añadí los temas de más bailar de Ana Belén, Miguel Ríos y ese “Año 2000” que pronto se convirtió en un tema obligatorio en todas mis sesiones, la “Chica Ye-Ye” en la versión de Rosalía que era mucho mejor que la de Conchita Velasco, “El Ventilador” de Gato Pérez, que a todo el mundo le encantaba, la Paxinguer Z y aquel irresistible “Torero” de Renato Carosone, el “Dime qué bebes” de Mediterráneo, que era un grupo de Alicante buenísimo que hacían un pop latino muy divertido, y Alaska y el “Bailando” en inglés, que yo tenía el maxi y fardaba mucho de él. Y un montón de éxitos extranjeros y nacionales de Men at Work, de Rod Stewart, La Trinca, Supertramp, la Orquesta Platería, Pretenders, UB40,... o sea, de todo... de todo lo que se pudiera bailar y no nos cayera mal. De ahí surge mi teoría sobre la música hortera. Porque yo pienso que las canciones horteras, no son más que canciones horteras, pero cuando son enormemente horteras y superan lo previsible, entonces son geniales. Lo único malo de lo hortera, es lo mediocremente hortera. No hay nada más divertido que la horterada llevada al límite. Tres ejemplos de gran éxito en mis sesiones de aquellos años: “La Chula” de Miguel Bosé, que sonaba brasileña y era la bomba, el “Pavo Real” de José Luís Rodríguez “El Puma”, posiblemente uno de los temas más delirantes de la historia, y “Este amor no se toca” de la mexicana Yuri, que llevo 25 años pinchándola y nunca se pasa de moda.



"La Chula" Miguel Bosé (1983) / "Pavo Real" J.L.Rodríguez "El Puma" (1981)

"Ese amor no se toca" Yuri. Aplauso TVE. 1982.

Ahí empezó mi amor por la más grande: Raffaella Carrà. Yo tenía el single de “Rumore”, uno de mis temas favoritos para pinchar, y de “Hay que venir al sur”. La Carrà era y es lo más en cualquier fiesta. Solo ella era capaz de levantar a todo el mundo de sus sillas y ponerlos a bailar, y era un valor seguro para un pinchadiscos principiante como yo. Hoy me sorprendo de que unas cuantas decenas de veinteañeros largos, progres, nacionalistas de izquierdas, y exmilitantes del PCE y del MC, que eran mi selecto público, disfrutara con la Carrá. Pero éramos jóvenes, y no teníamos que dar explicaciones a nadie. Más de veinte años después, sigo siendo el pinchadiscos de la falla, y sigo poniendo el “Rumore” de la Carrà, y aunque ya no somos tan jóvenes, la seguimos disfrutando como el primer día. Y yo, por supuesto, sigo enamorado de Raffaella, y sin la menor intención de dar explicaciones a nadie.
"Rumore" Raffaella Carrá. Show TV. 1974.

Lo cierto es que el ambiente fallero me fue muy útil para conocer mucha música. Diez años me separaban de la media de amigos allí, por lo que los más musiqueros eran muy fans del rock sinfónico, Yes o Pink Floyd, del art pop tipo Roxy Music o Robert Palmer, o de bandas de moda como la Electric Light Orchestra o Supertramp. Así que cuando cenábamos en casa de alguien, o viajábamos en el coche de alguien, eran esas músicas las que se escuchaban. Por otra parte empecé a descubrir de esta manera los long plays, los lp’s enteros, más allá de sus singles de éxito, que eran los que yo habitualmente compraba. El hecho de que siguiera locamente enamorado de Olivia Newton-John que acababa de sacar ese megatemazo llamado “Physical”, no impidió que “Clues” de Robert Palmer y “París” de Supertramp, que me lo trajo mi hermana Vero de Andorra, se convirtieran en mis discos “serios” favoritos.
"Physical" Olivia Newton-John. TV. 1981.

Verónica había conocido a su novio en la falla, i Pere, que así se llamaba, empezaba a hacer sus primeras apariciones por casa. Por mi cumpleaños me regaló un disco de Cristopher Cross, que se llevaba mucho, y un single de la ELO. Yo tenía muy buena relación con Pere. Él sabía tocar la guitarra y era aficionado a la fotografía. Recuerdo un día que estábamos revelando fotos en casa de un amigo, con aquella ampliadora monstruosa y la lucecita roja. Mientras, yo le amenizaba la sesión con un monólogo sobre la importancia de Mecano en la vida moderna. Le recité varias veces la letra de “Me colé en una fiesta”, ya sabéis: “allímecolé, yentufiesta meplanté, cocacola paratodos, y algodecomer, muchaniñamona...” en fin, no me entendió. Hoy Pere sigue sin tener paciencia para entender según qué cosas. Solo sé que al siguiente cumpleaños se presentó en casa con una reedición preciosa del “Sgt. Peppers” de los Beatles, que aunque al principio me desconcertó, al tiempo se convirtió en uno de mis discos de cabecera. Pere me regaló mi primer disco de los Beatles y masculló al mismo tiempo algo así como: “para que escuches buena música, aunque sea de vez en cuando”... Lo admito: tenía razón. Y le agradezco la terapia de choque. También es cierto que años después he tenido oportunidad de devolverle la frase y el favor en alguna que otra ocasión, y hemos disfrutado juntos de algunos conciertos memorables...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaj, me encanta "pavo real", no lo puedo resistir (aquí estoy en el curro meneando el culamen) y "este amor no se toca" es un temazo atemporal. Por cierto, ¿Yuri tuvo más éxitos además de este?? qué fue de ella?

Y de Raffaella no hablaré porque sobran los comentarios. Grande, muy grande.

Let's get physical, physical, I wanna get physicaaaaaaaaaaaal

Acid Queen dijo...

A mí el puma me enferma, pero el pavo me pone muchísimo. Yuri tuvo otro éxito en España con un temazo llamado "Maldita primavera", una versión de Loretta Goggi muy de moda entonces en Italia. Después aquí nunca más se supo, no sé como le iría em México.

Otra curiosidad: la reedición del primer disco de Goldfapp, incluye una versión fantástica del "Physical" de Olivia.

De Raffaella ya hablaremos, ya...

ana elena pena dijo...

Adoro Physical...Menuda cara se le queda a Oliva, cuando los maromos se marchan juntos culito con culito abriendo las puertas de sodoma...Luego ella tiene que conformarse con un señor fondón, que seguro que luego es muy simpático y la lleva a los toros y esas cosas.

Que pases un jappy finde! ;)

Anónimo dijo...

¡Oh!¡Ah! ''Rumore'', de la Raffaella Macarrá... Hay una versión absolutamente destroy de Soziedad Alkoholika muy recomendable. ¿Lo sabrá la Raffaella? Me pregunto angustiado...

Anónimo dijo...

yo un fan de raffaella carra ..muchisimo material en dvd para vender..compro o cambio lps y cssettes de nuestra unica bella e incomparable raffaella
escribe:

staseraraffaella@gmail.com